domingo, 17 de enero de 2016

LA ESTIVA

Un barrio con tradición 

“Quiero sentir tu canto tempranero, el que entonan los obreros los domingos al albor.
Beber trasnochado en tus parrales, en tus patios coloniales, el alcohol de una ilusión.
Andar todas tus calles de adoquines presintiendo en los violines de grillos frente a un zaguán tu canto de humildad y de entereza.
La honradez de la pobreza de la gente que en ti está.”

Canto de Barrio – Gabriel Núñez Rótulo

SUMARIO:
1.Presentación – 2. La Zona – 3.El Arroyo – 4.Parque de la Estiva - 5.La Plaza – 6.El Marco De los Reyes – 7.Rampla Juniors F.C. – 8.C.A.D.E.R. -  9.La Guardería – 10.Familias y personajes – 11.Agradecimientos – 12.Fuentes Consultadas


1.Presentación

“Hay un barrio junto al horizonte
hermano del monte
en mi pueblo natal…”


LA ESTIVA es uno de los “Barrios” de renombre y destaque en nuestra ciudad capital.
Es de las pocas zonas denominadas “referentes” de Rocha, por su entorno, su gente y su historia.
Es en lo personal un hermoso desafío escribir la historia, la vida, de este pequeño rincón rochense, de sus vivencias, de su gente, de sus actividades cotidianas.
En él esta la Plaza Lapeyre con su histórico “Marco Regulador” de la época de la colonización, lugar en el que una tarde primaveral de principios del siglo pasado un grupo de jóvenes resolviera fundar un club de fútbol: River Pate, el decano de nuestro balompié.
Lugar de encuentros amorosos, de parejas estudiantiles, de idilios rotos y de nuevos amores.
El de calles adoquinadas con sus típicas bajadas y repechos.
El que bordea el agua majestuosa del Arroyo de Rocha, donde las abnegadas y recordadas lavanderas hacían su cotidiana labor, y que fue y es lugar para aprendizaje de muchos jóvenes en el deporte de nadar, donde el profe. Ariel Tato Álvarez dejó sus huellas en la enseñanza.
El del Rampla Juniors, el Club con su sede en el viejo y recordado rancho de la calle en bajadita, el pica piedra de Javier Rocha, del Pocho Knuth, de Dagoberto Prieto y Ramela; el rojiverde equipo que tantas veces fuera campeón y por el que pasaran tantas figuras que luego defendería la casaca celeste del combinado rochense.
Con su hermano del básquetbol: el CADER, el del “gordo” Cola, de Ariel Silveira, de los Pertusso, del “Caldera” Enríquez, del “Canuto” y el “Brasilero”, el de la calle Eliseo Marzol, con partidos memorables frente al Rocha Athletic o Peñarol, en tiempos en que el deporte del baloncesto rochense marcaba presencia en el escenario nacional y donde los “rojos” eran abanderados del baloncesto rochense, como lo son hoy en a nivel de la Liga Uruguaya.
El de familias tradicionales y populares de nuestra ciudad como los Nogueira, los Silvera, los Pedraja, los Rocha, los Altez, los Espel, los Caballero, los Raymond.
Barrio Carnavalero con Araca o Nos Obligan a Salir, con el “Pardo”, el “Pelado” o “Majoncho”, con el “Pincha” o el “Pacato”, con los hermanos Sosa, con el Cuchi y Pilar.
El de la Guardería surgida de la tarea idealista de su murga “Nos Obligan a Salir” y que da cabida a tantos niños en una tarea social invalorable.
La Estiva, con fútbol y carnaval, con historia y tradición, rinconcito lindo de nuestro Rocha colonial, a ti te dedicamos el artículo de hoy de la Revista Histórica Rochense.

2. LA ZONA

“Estoy sentado aquí, a la vera del puente…
cerquita del “territorio” de las lavanderas…
donde hace “milenios”, el arroyo tenía un puerto
de juguete…
 Donde las pompas de jabón soltaban amarras,
para marcharse río abajo,
cargadas de pobreza…
multiplicando inviernos… colores…
y naufragios.
 Miro hacia arriba: y allí nomás, en la esquina..
el eucalipto, enorme…
soportando al viejo parlante…
Borracho de tangos, familias y nostalgias…
hoy, enmohecido silencio.
 Enfrente: “la placita”, potrero informal,
en tarde de “picados”, con “la guinda de tiento”
sorteando piernas y árboles
hasta el arco contrario
con el ansia infinita de “el último gol gana!!!
 Remanso fraternal del “génesis del Rampla”
vieja estirpe bohemia “con sonrisa de niño”
y allá sobre el repecho…
“el rancho” inolvidable…
centenario refugio de vinos y redobles,
de aracas…
sucesivas… de voces prolongadas que
trepándose al viento,
se fueron esparciendo en trigos solidarios…
para nuevas espigas de coros renovados…
y renovados sueños
 Y llegó el nuevo tiempo:
trayendo entre las alas la
frescura del vuelo…
y el vuelo se hizo canto…
y el canto se hizo murga…
y a la murga –obligaron a salir – por el pueblo…
y el pueblo fue la causa de tanta primavera…
y allí en la primavera… la mesa está tendida…”

Enrique Silva Rocha

La Estiva, ubicada sobre la costa del Arroyo de Rocha, entre la Avda. Florencio Martínez Rodríguez, y las calles Gral. Artigas y Piedras, por estar dentro de la planta urbana no es “un barrio” convenidamente pero si lo es popularmente.
Tiene todo lo que debe de tener un típico “barrio” del interior uruguayo: club de fútbol, personajes inconfundibles, murgas, plaza, boliches, bares e historias propias.
El CADER, Rampla, la Guardería, el Arroyo y sus crecientes, sus calles adoquinadas, con sus bajadas y repechos que la hacen muy particular, son algunos de sus referentes notorios.
La Cárcel Departamental, con sus historias de fugas, de muertes, de dolor, de sufrimientos.
El edificio de la primera UTE con sus enormes y ruidosos motores, donde funcionara la primera secretaría de la Liga Rochense de Fútbol hace casi 100 años.
Su Plaza con tantas historias de amor, de reconciliaciones y de roturas, de ruedas de estudiantes, de picados y lavanderas.
En ella nació la idea de la fundación del decano del fútbol rochense; el Club Atlético River Plate allá por la década del veinte.
Con familias matriarcales, que son referentes de la misma, y cuyos descendientes siguen muy ligados al lugar, vivan donde vivan.
Son las que la hacen ser popular, conocida y distinguida en Rocha, como un “barrio” más.
  

3EL ARROYO

Llanto de cumbre azul, niño de plata
que la sierra meció en cuna de roca,
príncipe de una eterna danza loca
que en cristales y espuma se desata.
Gnomo de luz, en cada catarata
copos de nieve con su manto evoca;
cuando riza su faz la brisa, toca
en flauta de cristal, su serenata.
Coro de ninfas que en desfile lento
al valle alegra con su claro acento
y ciñe a la ciudad con suave lazo
para darle una margen por asiento,
donde mil copas que sacude el viento
van cantando la gloria de su paso.

Rosalío A. Pereyra

Viejo puente de madera sobre Arroyo Rocha


El arroyo de Rocha a la altura de “La Estiva” ha tenido tres puentes.
El primero, de madera sobre pilotes de ladrillo, estaba al final de la por entonces Avenida Colón, hoy Avda. Florencio Martínez Rodríguez.
Por ahí se transitaba hacia la otra orilla, y se iba a la panadería de Caballero que estaba donde luego estuvo la popular “fabrica de algas”. Hacia la panadería iba un canal que llevaba agua del arroyo para el funcionamiento de las máquinas.
Luego se seguía y por el mismo se iba a los establecimientos, entre otros de Martínez Rodríguez y de Machado, y se unía al camino Real.
El segundo mandado construir por el Dr. Martínez Rodríguez para que quedara cerca de su establecimiento, también de madera, en el lugar que hoy está el construido de hormigón y que fuera inaugurado en el Gobierno Departamental de Milton de los Santos, noviembre del año 1984.
Los dos primeros de maderas, cuando el Arroyo crecía, inmediatamente cortaban el paso, el actual, angosto pero más alto no impide el paso de vehículos, ni tampoco de transeúntes.
Sus orillas han sido testigo mudo de las recordadas y queridas lavanderas de un Rocha ya muy lejano, de picados futboleros de gurises, con la cancha de Rampla pegadita a sus bordes, que luego serían grandes defensores de la roja y verde  o la celeste del seleccionado, de los amantes de la pesca, de centro de enseñanza de natación, o de jóvenes que perdieran la vida en sus aguas.
A la altura de la calle Sarandí había en las aguas del Arroyo una casilla de madera de donde una bomba colocada sobre la misma enviaba agua hacia arriba por cañería a la Usina de UTE ubicada en la esquina de Sarandí y Julián Graña, con la misión de enfriar los motores de la Usina, que durante día y noche hacían sentir su ensordecedor ruido a la vecindad.


4EL PARQUE DE LA ESTIVA

En la revista “Nomenclator de la ciudad de Rocha” Oscar Gulla Burgueño sobre el Parque dice:
“Parque formado junto al arroyo de Rocha, toma el nombre del paso construido en el lugar, hecho de palos y tablas, muy común en campaña, sin mayor obra de ingeniería que había en el lugar. La zona era frecuentada por lavanderas y aguateros, que tomando esto últimos el agua del lugar, lo vendían luego en la población. Era utilizado además para las frecuentes carreras de caballos, llamándose “camino de carreras” a la destinada a tal fin. Con base en la cercana plaza “25 de Agosto” (hoy Pedro Lapeyre) se le utilizaba además para exposiciones ganaderas y ferias.
Para cruzar el arroyo existieron, después de la “estiva o estiba” dos puentes, uno en la prolongación de Colón (hoy Avda. Dr. F. Martínez Rodríguez) y el actual, cuya construcción propuso el Cnel. Julio J. Martínez.”


5. LA PLAZA LAPEYRE


La actual Plaza Pedro Lapeyre (h) antes se llamó “Plaza de las Lavanderas”, por su proximidad al arroyo, que era el lugar utilizado por las mismas para su diaria labor, dando origen a dicho nombre popular pero que figura así en las cartografías de la época.
Luego se llamó “Plaza 25 de Agosto” en homenaje a la fecha patria.
A partir de abril de 1926 pasa a denominarse con su actual denominación de Pedro Lapeyre (h), quien había integrado la Comisión de Segregación y secretario de la Junta Administrativa, realizando además importantes obras a nivel policial.
Esta Plaza está ubicada entre las calles Leonardo Olivera, Sarandí, Francisco de los Santos y Eliseo Marzol.
Dice Mario Corbo en su artículo publicado en el diario local La Gaceta el 5 de julio del 2011 sobre la Plaza Lapeyre:
 “También fue muy frecuentada la Plaza 25 de Agosto, que el 8 de abril de 1926 pasó a llamarse Pedro Lapeyre (h) en honor al célebre hombre público que tanto hizo por la cultura de este pueblo., A este paseo también se le conoció con los nombre de plaza del Marco en alusión al monumento histórico delimitador de 1752 e instalado en ese lugar en el año 1898 por disposición de la Junta Económico Administrativa de la época. Las visitas se extendías a las riberas del arroyo, en tiempos de lavanderas y aguateros. Por entonces, el Parque de la Estiva no existía, pero de toas maneras se organizaban por allí verdaderas romerías, especialmente por parte de familias españolas e italianas.”


6. EL MARCO DE LOS REYES


Sobre el mismo transcribimos dos artículos que hemos encontrado sobre el mismo, uno de la estudiante Deboralh Rodríguez, alumna del Liceo No. 3 y otro del Profesor Rosalío A. Pereyra, complementarios ambos y que dan una información muy aclaratorio sobre este poco valorado “monumento” que tiene nuestra ciudad.
La estudiante liceal sobre el “Marco” dice:
“Este monumento está ubicado al noroeste de la Plaza Lapeyre.
El mismo corresponde a los tratados de 1750 que establecieron los límites entre las posesiones de España y Portugal.
La estructura del marco: El mismo está construido en mármol blanco proveniente de Lisboa, en 11 piezas.
En las caras opuestas el mismo contiene las siguientes inscripciones:
La cara oeste, con vista a los dominios españoles, dice:
Sub Ferdinando VI “Hispannam Rege Catholocio”.
La cara opuesta, al este con vista a los dominios de Portugal, dice:
“Lusitanum Rege Sub Joanne V Fidelissimo”.
Tras haberlo recuperado de donde estaba enterrado en la zona de India Muerta, en el departamento de Rocha, lugar donde demarcaba los límites entre las Repúblicas de España y Portugal, según el tratado de Madrid de 1750,  fue trasladado  en carreta hacia su ubicación actual e inaugurado el 22 de setiembre del año 1898.”

El profesor Rosalío A. Pereyra, en su audición No. 163 del 20 de febrero de 1975, en CW 37 Difusora Rochense decía sobre el “Marco de los Reyes”:
“Ayer recordamos uno de nuestros monumentos del pasado, el Marco de los Reyes, instalado actualmente en la Plaza Lapeyre de nuestra ciudad, y cuya historia procuraremos hoy completar, dentro de nuestro tiempo.
La Comisión demarcatoria de los límites, según el Tratado de Madrid, de enero de 1750, llegó a la firma de los primeros trabajos, en los alrededores de Castillos, en setiembre de 1752.
El primer Marco se erigió en el Peñón de Castillos o Cerro de la buena Vista; el segundo, que es el que hoy nos ocupa, fue colocado en la zona de India Muerta; y el tercero, sobre la Cuchilla Grande, en los límites departamentales de Minas y Maldonado, sobre el cerro que pasó a llamarse, por esa circunstancia, el Cerro de los Reyes.
Construidos en mármol de origen portugués, los mojones ofrecían hermosas líneas que el tiempo ha afectado parcialmente.
Sierre y Sierre, localizador del Marco de India Muerta y autor y propulsor de la iniciativa de su rescate y preservación, dice al respecto:
“Los referidos Marcos se componen de las siguientes partes: como base, una piedra prismática cuadrangular de las siguientes dimensiones: 1,40 metro por 80 cms. De espesor; otra pieza de las mismas dimensiones laterales y de sólo 35 cms de grosor, calza perfectamente en la anterior, forma corniza  al monumento y completa el pedestal. Dos lápidas perfectamente talladas, de forma paralelepípeda, iguales, de 1.60 de alto, un término medio de ancho y 50 cms de grueso, forman el cuerpo del Marco, constituyendo una verdadera columna heráldica con blasones y caracteres bien esculpidos en el mármol estatuario de que se componen. Además, una pieza en forma de pirámide cuadrangular truncada, de 50 cms de base y 60 de altura, que hoy sólo existe en el tercer Marco. Presenta una cavidad en la que necesariamente debía encajar el capitel, del que carecen en la actualidad los 3 Marcos.
Hace algunos años, al remodelarse la Plaza Lapeyre, hubo de moverse el monumento y se dice que, en su interior, se encontraron actas y documentos relativos a su historia.”
 

7. RAMPLA JUNIORS

………son estrofas de su canción; el del Rampla de La Estiva, de donde terminan en bajadita las calles adoquinadas de nuestra Rocha colonial.
El 9 de setiembre de de 1954, en la vieja cancha de básquebol del CADER, su hermano de barrio, nace el rojiverde.”

Se reúnen varios vecinos de esa popular zona para formar un club de fútbol que los represente, y allí están Nepomuceno Reyes, su primer Presidente, José Pedraja (padre del Cascarilla, Joselo, Ariel) su primer Secretario, Don Dagoberto Prieto su primer Tesorero y uno de sus más consecuentes y aguerridos hinchas, también estaban el “Pardo” Silvera; Juan Garibaldi, Teófilo Silvera “Ferruchaga), por supuesto Javier Rocha y René Ramela, entre otros.
René Ramela, fue el que sugirió ponerle al club RAMPLA JUNIORS.
Ha tenido muchas sedes, siempre cerca de la Plaza Lapeyre y de su cancha, la que hace más de quince años está esperando volver a estar habilitada para que vuelvan los niños y jóvenes del Barrio a practicar en ella y los domingos también vuelvan los partidos oficiales de la Liga Rochense como en pasados años de tan gratos recuerdos.
De las sedes surgen las del Rancho de Otero, lo la de Dagoberto en Sarandí y Francisco de los Santos, la del “Petiso” frente a la UTE por Sarandí, o en Eliseo Marzol donde estuvo la Barraca Pini, o en el mismo CADER y la actual, la de Martínez Rodríguez casi Francisco de los Santos.
Entre recuerdos y recuerdos surgen los nombres de históricos jugadores de la casaca roja y verde: Miguel Pedraja “El cascarilla”, quien militara en Rampla de Montevideo, igual que el “Guacho” Araújo; el de Ángel Nogueira paseando su pinta de crack por Racing capitalino y el Peñarol fernandino; el del ex Intendente Municipal rochense, el Dr. Irineu Riet Correa; el de Camilo Pereyra; el del capitalino Heber Caro; el del campeón sudamericano con la casaca de la OFI, Julio Walter Nogueira; Pilar Altez, el del espigado físico; el del golero Wiston Lanusse, entre muchos otros que han pasado en estos años.
No podemos hablar del Rampla de Rocha sin recordar a Doña Sofía de León de Rocha, quien fuera toda una Institución dentro de los rojiverdes, nos parece verla en el “Sobrero” estimulando sin cesar a su querido Club, sin faltar nunca, poniendo siempre pasión, alma, en aliento de sus jugadores.
Como no recordar a Carlos Sosa el “Marlito”, a José Luis Sosa “el Catete”; a los  hermanos Pilar y “Cuchi” Altez; a Eduardo Altez, Miguel Baricevich, gente que ha puesto en defensa de la  institución trabajo, brío, dinero, y por sobre todo mucho cariño y amor por la vieja enseña.
En su actual sede, la colección de trofeos, copas, pergaminos, banderines, es inmensa, y allí están algunos de Empresas comerciales rochenses que hoy no existen como la da Canal 7 Tele Rocha del año 76, la de Equipos Sonoros Monte Carlo del 56, La Grajera y Costamar del 60, Rochatex del año 68; la Peña Deportiva del 73, Simón Winiski del 87; Amadeo Mego de 1969; Club Atlético Velásquez año 1958; y como dice el “Caficio” Rocha la primera copa “El País”  que la ganó el Rampla de Rocha y fue un trofeo instituido por la Liga Rochense de Fútbol en el año 1961 y que obsequiara el citado matutino capitalino.
Vale la pena recordar en este historial los nombres de quienes obtuvieran por primera vez el título de campeón de 1ª. división del fútbol rochense con la casaca rojiverde y que fuera en la temporada de 1958 y ellos son:
Fernández en el arco, Pilar Altez, Ángel y Julio Wálter Nogueira; Huelmo y Ramos en la defensa, teniendo a Luciano Ernesto Muniz como golero suplente.
Los cinco del avance fueron: el “Bocha” Nogueira; el “Guacho” Araújo; el 9 y con su clásica boina blanca Ramón Nogueira; Malzoni y el “Chamico” Araujo como once.
El masajista lo fue Rochita, con Dagoberto Prieto y Javier Rocha como técnicos y delegados respectivamente.
Vuelven a repetir el título en el torneo de 1962, nuevamente con el “Elefante” Fernández al arco, los hermanos Ángel y Julio Wálter Nogueira; Abel Peyrot; el “Pelado” Silvera y el “Telete” Muñoz en defensa.
Los cinco arietes campeones fueron: Joselo Pedraja; Washington “Cacho” Nogueira; Ramón Nogueira; Nelson Aparicio y Féola. También estuvo el “Bocha” Nogueira, y como siempre Javier Rocha esta vez acompañado por otro ramplense de ley: el “Pocho” Knuth.

Los cinco hermanos Nogueira con la camiseta de Rampla Juniors F.C.


Además los “pica piedras” fueron campeones locales de 1ª. división en los años 1997 y 2001.
El plantel campeón del 97 tenía como golero Fernando Amondaraín, al viejo y querido Alberto Martínez; a Heber Caro uno de los históricos campeones con el Rocha fútbol club; a Pedro Peña, a Carlitos Barboza; a Pablo Larrosa; a Washington Da Rosa, a Miguel Manzi, al “Grillo” Vicente Velásquez, al “Cabeza” Ruben Malo, al eterno ganador de Sergio Osvaldo Recoba; al profesor Jonny Acosta entre otros.
En la divisional de ascenso fueron campeones en 1964, 1969, 1987, 1996 y 2011, entre otros.     

Cuando Rampla obtiene el título de campeón de la 1ª. Divisional “B” de la temporada 1969, Néstor Moreno Mederos, poeta, relator deportivo, jugador de los picapiedras, nacido en la zona de La Estiva, escribe estos memorables versos:

“Creíste que me olvidaba
y ya ves estoy aquí
en mi barrio.
En Sarandí y la del viejo caudillo
Te está hablando aquel chiquillo
que ya se hizo mozo
pero que nació en el pozo
halla junto a lo de Roliche.
Se acuerdan aquel boliche al terminar la bajada
hoy imagen evocada del lindo tiempo de ayer
recuerdos que al florecer nos vuelven a la infancia
pero la dura arrogancia del progreso y su piqueta me esta gritando:
Despierta!!!
Pero no… no me despojo si yo cerrando los ojos
tengo la dicha pasada
Mi barrio! La muchachada!
El Cacho, mi gran amigo.
Todos vuelven, ya están conmigo:
El Negro, Asdrúbal, Cleiver, La Ligie, Patesco
Elder, Quico, Hugo,
El Cascarilla, Joselo… que maravilla
Cacho, La Muda, Ramón, Ángel, El Bocha
Señor…si ya nombre a casi todos
Mejor así.
De este modo desde tu misma guarida te estoy hablando
La Estiva, a tus calles desparejas
allí donde nuestras viejas nos desataban el rollo
a tu placentero arroyo que muchos recuerdos guardo
cuando doblando la espalda en fila
En la misma hilera, las humildes lavanderas
con la ropa de amontones
buscaban para sus pichones
En esa paz, el sustento y bien saben que no miento
la cachimba en mi memoria, los marcos que son historia,
tu cristalina vertiente,
mudo testigo es tu puente,
los sauces, el camalotal
ese parque natural
sus encantos mojarreros
y aquel grupo compañero
que al llegar la tardecita iba rumbo ala placita
todos locos de contentos a esperar que la de tiento,
la novia de esos matreros
Se presentara al potrero
Para cumplir con su ciclo.
Rampla a sonado tu clarín
y volvemos a la casa
a este calor, hoy se abrazan aquellos que se habían ido
Estamos junto a tu nido
para abrigar esperanzas
y volvimos con las ansias de remontar lo perdido
Por eso este gorrión convertido en berretín de poeta
trae en estrofas inquietas
el verbo de su emoción
y en la bohemia oración a su voz le pone tilde
Rampla, club de los humildes
otra vez eres campeón
El verde de tu esperanza y el rojo de tu pasión
Iluminó el corazón
e incitó a más de uno la lonja que expandió
En esa voz ronca en boca de cien gargantas alertas
gritando que esta despierta e intacta tu tradición
Y se encendió  una vez más tu clásico amateurismo
Y ese gran compañerismo se hizo uno por llegar
En un apretado az,
Escalar otro peldaño y asegurar para el año
la permanencia en la “A”
Ves, ninguno ha llegado tarde
Los purretes del ayer, te vinimos a ofrecer
Junto a viejas añoranzas
El mensaje de confianza que reclamó ese mandato
Tu exigiste campeonato
Y cumplimos el deber”


8. C.A.D.E.R.

Equipo de CADER campeón por sexta vez consecutiva - año 1956


La popular institución basquebolistica de La Estiva, hoy por hoy jugando a nivel de la Liga Uruguaya profesional, fue fundada el 18 de julio del año 1937.
Su conocida denominación proviene de su verdadero nombre: Club Atlético Defensor Estudiantil Rochense.
Enclavada en el corazón de la zona, frente al Establecimiento Carcelario Departamental, el que también forma parte histórica de la misma, el CADER es no solo centro de los vecinos, sino que su popularidad se extiende a toda la ciudad.
En el predio que hoy ocupa, el CADER tuvo su primera cancha de basquebol, la que luego transformó en un hermoso escenario cerrado.
El basquebol ha sido la principal disciplina deportiva, pero el boxeo y la esgrima, la gimnasia sueca, también tuvieron su lugar dentro aquel viejo “gimnasio”, hoy son otras las que acompañan como el hannball y el volebal.
La Revista “Rocha 200 años” en su artículo dedicado al CADER y a su nombre dice:
“Cuando surgió el espíritu y el afán común de los fundadores de crear una institución que fuese fundamentalmente un club de de basquebol, se pensó en llamarle Estudiantil, y en esa oportunidad, cosa común en los modestos clubes que se inician, se solicitó a Don Luis Franzini, pilar de toda una vida del Club Atlético Defensor de Montevideo, la donación de indumentaria deportiva para esa inquietud que estaba naciendo. A razón de la generosa donación de las casacas que hiciera Don Luis Franzini, en agradecimiento y homenaje se le llamó Defensor Estudiantil, desarrollándose con el tiempo y por razones de practicidad el uso de su sigla CADER, nombre que desde entonces ha trascendido.
El episodio de la donación de las casacas no concluye ahí, ya que originalmente fueron violetas, tal las de Defensor, pero con el uso y los lavados el violeta fue transformándose en rojo, color que definitivamente se adopta y que desde entonces es imagen de la institución.”  
La sede fue inaugurada el 19 de abril del año 1952, donde sigue hoy estando, en su propio escenario.
Ese predio que usara como cancha en sus comienzos pasó a ser propiedad de los rojos el 10 de agosto de 1951.
En la temporada de 1956, CADER obtiene por 6ta. vez consecutiva el título de Campeón de la Liga Rochense de Basquebol. Vence en el partido final a su tradicional adversario el Rocha Atlhetic Club.
Con la conducción técnica de Mario Cola el rojo de La Estiva estuvo en José Luis Pertusso, José Enrique Machado, Carlos Julio Méndez, Roberto Enriquez, Onelly Correa, Carlos González Molina, Jaureguizar y Brancaccio el plantel campeón.
En 1967, llega a nuestra ciudad el americano Jere Smith, enviado por el Cuerpo de Paz de los EE.UU. quien se dedica a trasmitir enseñanzas sobre el deporte del basquebol.
Con su conducción técnica el CADER concurre a la ciudad de Pan de Azúcar donde se disputa por primera vez el Campeonato de Campeones del Este.
Los rojos de La Estiva obtienen el título de Campeones derrotando a todos los rivales.
Emilio Amorín, Roberto Silva, Jaime Quaglia, el “Cholo” Gómez, Fermín Espeleta, José Enrique Machado, Hugo Schiavo Pereira, Joselo Pedraja y Heber Guerra forman el plantel campeón.
En 1970 vuelve a repetir el título de campeón del Este esta vez con la dirección técnica de Hugo Schiavo y el equipo integrado por Mario Méndez, Mario Sosa, Wiston González, Fermín Espeleta, Hebert Guerra, José E. Machado, Washington Gómez, Wilson Feijóo, Asdrúbal Arrarte, Emilio Amorín y Juan Serra.
El 27 de julio del 2008, en su gimnasio de la calle Eliseo Marzo, los rojos obtienen el Regional del Interior venciendo en tercer partido a Universitario de Salto por 82 a 79 y obtienen así el pasaje a jugar la Liga Uruguaya, el máximo torneo del baloncesto nacional con los mejores equipos del medio.
Ese recordado día defienden a los rochenses I. Risso, M.Canessa, J. Gelós, D. Garres, D. Cola, D. Alvarez, A.Aron Williams, conducidos técnicamente por Gustavo Sande.
Junto a él integran el cuerpo técnico el profesor Miguel Cola, José de los Santos, Ariel Pedraja y el “Quique” Silvera.
La Directiva es conducida por Rafael de León como presidente, teniendo en Carlos Moreno, Juan Antonio Cola, algunos de sus principales colaboradores.
El 26 de setiembre del año 2009, en un hecho totalmente inédito e histórico para el deporte rochense y en especial para el básquebol, un club de nuestra ciudad juega por primera vez un partido por el máximo torneo a nivel nacional.
Esa imborrable noche para los hinchas del rojo juegan frente a Atenas de Montevideo, una de las viejas instituciones uruguayas, cargada de títulos y de figuras.
Defendieron al CADER: A. Galindo, J. Nutre, J. Griffin, I. Risso, F. Larre Borges, M. Acuña, F. Sánchez, D. Cola y G. Fernández.
El técnico es el profesor Alfonso Meoni, lo acompañan José de los Santos, Enrique Silvera, Ariel Pedraja, Federico Fernández.
La directiva sigue siendo encabezada por Rafael de León y Carlos Moreno, teniendo entre otros al Dr. Nelson Hugo Terra en la comisión.
En ésta síntesis de la historia del principal club del básquebol de Rocha, ya que desgraciadamente desde la década setenta el básquebol local organizado con Liga, por las circunstancias de aquellos tiempos que vivía nuestro país, dejó de existir, y solamente a podido subsistir solamente el CADER, no pueden faltar algunos nombres: Blanco Ariel Silveira , al que se recuerda poniéndole su nombre al gimnasio,  el “gordo” Mario Cola, el “Gordo” Egaña, Héctor Pérez Onandi, teniendo su nombre la tribuna principal, el “Bocacho” Waldemar Revelez, que no están físicamente presentes, pero en cada grito, en cada doble, en cada pique de una pelota, cada vez que una casaca roja pise esa cancha, están allí alentando y sufriendo como siempre junto a esos colores.
Otros que también quedan en el recuerdo de los “rojos” son Leonel González en la cantina, el viejo guerrero Domingo López Delgado, jugador y presidente; el periodista Elio T. Sánchez González el popular “Polilla”; también otro connotado hombre del periodismo Andrés Vilizzio.  


10. FAMILIAS Y PERSONAJES
 Entre los típicos personajes de “La Estiva” estuvo el “Pacato”, a él le escribió un grande de la poesía popular rochense, Enrique Silva Rocha, y nosotros como homenaje al él, transcribimos el poema del “Gallineta”:
“En recordación al amigo y al más creativo carnavalero rochense”

“AL PACATO”
Cerquita de la Plaza LapeyreA la vuelta nomás…
Entre el paisaje mudo
De la estiva…
El rancho del “Pacato”…
Está…como postrado en el
Silencio
Un cierto día, el “Policarpo”
Aburrido de corsos y febreros…
Ató carnavales
A la espalda…
Y lentamente…fue trepando
El cielo…
Cuando cayó la noche…
La noticia escariaba en los
Boliches…
Parecía un cuento…el vuelo
Del “Pacato”…
Lo cierto es, que un domingo
De mañana…
Entre un río de pájaros
Dolidos…
Se le marchó la sombra…muerte abajo.”


Creemos que no sería completa la historia de “éste Barrio” sin contar la vida de algunas de sus familias tradicionales como los Pedraja; los Rocha; los Mercado; los Silvera; los Altez; los Sosa; los Nogueira y sus vivencias.
Para eso recurrimos a tres referentes, una que lo vivió y vive, Doña Isabel Rocha de Mercado, otros dos descendientes directos de ellos y que siguen vinculados directamente con el barrio: Ariel Pedraja y Pilar Altez Silvera.

LOS PEDRAJA: y su prestigio
Una tarde otoñal, haciendo un alto en sus tareas, en el gimnasio del CADER, nos entrevistamos con Ariel quien nos contó la vida de su familia y el barrio.
Comienza diciéndonos que la familia Pedraja-Martínez que se componía de José el “Tito” Pedraja, tipógrafo y doña Zelmira Martínez “Chela”, tuvieron ocho hijos.
La mayor de los ocho es Mabel; luego sigue Joselo; Jorge ya fallecido; Enrique; Miguel, el popular “Cascarilla”; Sonia; el “Mono” y el más chico: Ariel, el mimoso de la familia.
José Pedraja trabajaba en la Imprenta Rocha, donde se editaba el Diario “La Prensa” de Carlos Julio De Castro y luego viniera “La Gaceta” la de Elio Tomás Sánchez González.
Doña Zelmira su trabajo fue el muy recordado y reconocido en la mitad del siglo pasado en nuestra ciudad y especialmente en la zona de La Estiva; lavandera.
Tarea que luego de la sacrificada jornada en las orillas del Arroyo de Rocha, traía la ropa para la casa la planchaba y después con el atado de la misma iba con él sobre la cabeza entregarlo a los dueños.
Familia futbolera, cuatro lo hicieron en el “cuadro” del barrio: Joselo,  que se inició en River; el “Cascarilla” que llegó a jugar en Rampla de Montevideo, Nacional de Rocha donde se inició y la selección con gran destaque por su calidad y potente remate; Enrique que lo hizo en 3ª. y además basquebol en el CADER y Ariel, que se “disfrazaba” como jugador, pero llegó a integrar selecciones juveniles.
Joselo, fue jugador del CADER, donde fue figura de primer nivel, siendo integrante del equipo Campeón del Este en la primera edición del mismo.
Todos hinchas del equipo “pica piedra”, pero su padre, Don Ariel, lo era de Lavalleja, barrio de donde provenía, igual que Doña “Chela”.
Ariel recuerda haber participado como acompañante y colaborador tanto a su padre en la Imprenta haciendo mandados, como a su madre en el reparto.
Sarandí 48, en la bajadita, es la casa tradicional de la familia Pedraja, donde hoy vive Ariel, quien reparte su tiempo entre las tareas en el Colegio San José y el CADER.
Todos fueron alumnos de la Escuela Ramírez, futbolísticamente rivales acérrimos del Colegio de los Hermanos Maristas, perder un partido era una tragedia, ganar una fiesta, como ha cambiado todo!!!
En la casa de la familia Pedraja, se podía hablar de todos los temas, pero por disciplina no se discutía, era todo en armonía, otros tiempos, otros códigos.
Se criaron como todos los muchachos de entonces, en la costa del Arroyo, en la Placita la que dio tema para muchas canciones, escuchando a los mayores, nadando, jugando al fútbol, al voleball, al basquebol, no hacer deporte entonces era un “pecado”.
La vieja cancha de Rampla, donde en sus alambrados las lavanderas colgaban sus ropas, era el centro futbolero, de picados hasta que la noche se venía encima.
El carnaval, las murgas, otra pasión de la gente de La Estiva, allí estaba la principal vocación de Ariel, crió al lado de “Majoncho”, el “Pincha”, el “Pardo”, el “Quelo”, los “Sosa”.
Salió primero en Araca y luego junto a otros jóvenes del Barrio formaron “Nos Obligan a Salir” y ahí estuvo veinte carnavales, hasta que se inauguró la Guardería, y para él la misión estaba cumplida. La Murga había cumplido con su misión.
Hoy con alegría va a visitarla, a conversar con las maestras, con los niños.
Para él, La estiva es su vida, se emociona cuando habla de él, de la Placita, del arroyo, de la canchita.

ELBIO MERCADO y su prestancia

Elbio Mercado encendiendo el pebetero en la inauguración del Estadio Dr. Mario Sobrero

20 de noviembre de 1955


A Doña Isabel Rocha de Mercado una mañana del mes de marzo la visitamos en su casa de la calle Julián Graña, justito frente al Gimnasio del CADER.
Muy amablemente nos atendió, y con una asombrosa memoria fue recordando la vida de Elbio Mercado, de la familia Rocha y del popular barrio.
Primero nos habló de su esposo Elbio Mercado, que fuera un protagonista de la década del cincuenta en nuestra ciudad por su variada actividad.
Mercado nació en Rocha el 31 de marzo del año 1923, realizando una variedad muy diversa de trabajos.
Falleció tan solo con 60 años, la muerte lo encontró trabajando en la quinta de su hija Estrella Mercado.
Con su esposa fueron vecinos de barrio, ella nació en la calle Sarandí, cerquita de donde hoy vive.
Elbio se crió en la calle Ramírez, entre Sarandí y Eliseo Marzol, en la casa de Doña Elisa Silvera, junto a Teótimo Silvera, el recordado y popular cobrador de OSE.
Casado con doña Isabel Rocha, tuvieron dos hijos Abayubá, retirado militar y Danny, hombre de Rampla, del Cader, juez de basquebol.
Fue soldado del Batallón de Infantería No. 12 de la capital rochense, también portero del Centro Social Obrero, la misma función cumplió en la Liga Rochense de Fútbol, primero en el viejo escenario de El Tenis, luego en el Mario Sobrero.
En el Ejército estuvo 15 años, siendo “Bastonero Mayor” de la Banda Militar, siendo uno de los atractivos mayores de los desfiles encabezando la misma, por su andar y manejo increíble que hacía del bastón.
Luego de retirado del Batallón fue portero en el Club Obrero por 25 años, tarea que muchas veces no se hacía muy grata por algún “desubicado”, pero que Mercado con mucho “oficio” sabía solucionar.
Como portero de la Liga, también fue como en su vida estricta, hombre de confianza del entonces Presidente de la misma, el Dr. Albérico Mogni.
Como ejemplo de ello queda la anécdota de que había una orden que quienes tenían tarjeta invitación, solo entraban la cantidad de personas que la misma decía, pero una tarde se dio que llegó el señor Intendente Blanco Pereyra Nuñez con su señora y su hijo, la invitación decía dos personas, y no dejó entrar al hijo, por más que era el intendente Municipal, teniendo que intervenir el Dr. Mogni para poder entrar los tres, lo que llevó a que Mercado hiciera entrar a todos los que estaban en la puerta de El Tenis y no tenían plata para poder pagarse la entrada.
Cuando la inauguración del Estadio Dr. Mario Sobrero, el 20 de noviembre del año 1955, Mercado integró la posta que trasladó la antorcha desde El Tenis al nuevo escenario, siendo el encargado de ingresar por el túnel a la cancha y encender el Pebetero.
Hizo básquebol, defendiendo los colores del Club Deportivo Artigas, principios de los cincuenta, cuando teníamos Liga de Basket, siendo algunos de sus compañeros con la casaca de la diagonal: Susano Guerra, Iroldi, Gargiulo, Saúl Guerra, el “Pajarito” Rodríguez, el Sgo. Castillos, los americanos Debson y Crockett.
También jugó en el famoso H.D. o Hueso Duro, el equipo de casaca negra con el dibujo de un hueso en el frente de la misma. Equipo que integraron entre otros Amauri Cardoso, Mario Anza, el “Pollo” Ceibo.
En éste deporte Mercado también fue árbitro, quedando para el recuerdo algunos arbitrajes que para los perdedores fueron muy polémicos, obligandolo a salir protegido de los escenarios.
Fue maratonista, otro deporte que por entonces tenía mucho auge en nuestra ciudad. Conquisto muchas medallas y plaquetas. Compitiendo en Montevideo obtuvo el 1er. puesto del Interior. Lo hizo defendiendo también los colores del Deportivo Artigas.
En aquellos tiempos los entierros se hacían en carros tirados por caballos.
Una de las Empresa de entonces era la de Nicomedes  Cuartín, que tenía carros muy grandes, color negro, con una enorme cruz encima de la misma, que era tirada por dos caballos negros, frisones, y sentado arriba iba Mercado conduciendo los mismos. Daban un toque solemne, grandilocuente,  impresionaban.
La última tarea de Elbio Mercado fue en el Abasto Municipal, tiempos del Dr. Almandos, allí cumplía tareas de encargado.

LOS VECINOS: parte viva del Barrio
Luego Doña Isabel Rocha nos sigue hablando de los vecinos, de aquellos que están o estuvieron por la zona y que hoy aún se les recuerda:
Comenzamos por su propia familia, Don Rocha y su esposa Mangacha, tuvieron una familia muy numerosa, típica de mitad del siglo pasado.
De ella aún hoy quedan tres, que viven en la casa de Julián Graña, Doña Isabel con su hijo Dany y su familia, Nahir quien se le ve todos los días vendiendo quiniela en la zona de la Intendencia y Ruben que tiene como lugar de pasatiempo la  zona de las empresas de ómnibus de Plaza Independencia.
Dice doña Isabel que en su juventud semanalmente iba Francisco A. Bruno a su casa paterna a llevar los surtidos, el vino y los números de lotería que llevaba del comercio de Francisco Vázquez Curcho.
Doña Isabel trabajó mucho para ayudar a su esposo y poder y mandar a estudiar a sus hijos. Estuvo siete años en el Sanatorio, luego otro tanto en la Escuela y finalmente en casas de familia.
Otro vecino era Aparicio, que vivía en la esquina de Sarandí y Ramírez, donde había un rancho que estaba para bajo de la calle, era conocido como el rancho del pozo.
Por Sarandí en la bajadita hacia el arroyo por el lado izquierdo estaba Doña Francisca Pereyra de Espel, la madre del popular y conocido periodista de Difusora Rochense y deportista Ángel Espel Pereyra, quien además tenía tres hermanos, Zelmira, muy conocida por su actividad en la Iglesia de Nta. Sra. de los Remedios, Beba que era maestra y un hermano.
También por Sarandí en la bajadita estaba Doña Felicinda Bergougnoux de Dominici, que había venido de Francia y joven había quedado viuda con familia numerosa, recordando alguno de sus hijos: Lalo, Pío, Mercedes que luego fue monja, Titita, Luis Alberto. Mujer dura, a la vieja usanza Europa de principios del siglo pasado para criar a sus hijos.
Por Julián Graña estaba Marcos Dominicci, municipal siendo Director de Tránsito, tuvo dos hijos que defendieron al viejo Rocha Athletic Club en la época dorada de nuestro basquebol, fueron el “Gringo” y “Camacho”.
También por la misma calle frente al CADER vivió Francisco “Pocho” Carreras, también conocido por el “minuano” por su procedencia, dirigente activo del Club Nacional de Fútbol, fotógrafo de gran prestigio trabajando en lo de Almandós. Su hijo Carlos, fue un modisto de los mejores de nuestro país, habiendo sido quien hizo el traje para la asunción del Presidente Sanguinetti y el vestido para su señora Martha Canessa.
Donde hoy está el Gimnasio de CADER, a principios del treinta en ese lugar había una casa al frente y un galpón al fondo donde estaba la Fábrica de Esencia de Eucaliptos.

LAS LAVANDERAS DE LA ESTIVA: Y un tiempo ido

Las lavanderas de La Estiva allá por 1940


Marcaron un tiempo de nuestro Rocha del siglo pasado, están en la mejor historia y en el mejor de los recuerdos y merecen un día que alguien escriba un libro sobre su sacrificada y abnegada tarea.
Hoy nosotros trazaremos una pequeña pincelada sobre ellas llevados por la prodigiosa memoria de doña Isabel Rocha.
Cada lavandera tenía su propia cuerda, estaban donde hoy está la cancha de Rampla, también su propia piedra, su hincadera con su lugar ya pre establecido en el arroyo. La ropa interior y la ropa blanca, la lavaban con un palo.
El jabón que era casero, lo fabricaban una familia Rocha que eran soldados del Batallón.
Se planchaba con planchas a carbón, almidonándose los cuellos de las camisas y las sabanas.  Comenzaban al salir el sol a lavar, por entonces ahí había sarandíes y la zona era conocida por la “Laguna de los Patos”.
La dejaban tendida secando y se iban para sus casas, volviendo luego a levantarlas y repartirlas con aquella característica de que llevaban los atados sobre la cabeza. Nadie venía a llevarse ninguna prenda, nadie tampoco se llevaba los materiales que usaban para sus tareas, nadie usaba la cuerda de otra.
Por supuesto eran otros tiempos, otra sociedad, con otros valores muy distintos a los actuales.
Ella aún conserva un cuaderno donde tiene la lista de las últimas 35 lavanderas de la zona de La Estiva.
Su mamá, doña Margarita Huelmo, que iba con sus hijas, también su abuela y sus tías eran lavanderas.
La madre del “Tito” Prieto, que tenía una casilla de madera y lata donde dejaba el jabón, los materiales que usaban para lavar y la propia ropa
Otras lavanderas era la madre del recordado jugador del 54, Roberto Acosta; de apellido Huelmo; también Ana González de Méndez; Carmen Nievas; Doña Exequiela; Francisca Sirte; doña Luisa Alfaro de Sosa la madre de dos recordados comerciantes: Rivera y Manuel; “La Pola” que era una de las más jóvenes; Doña Ernestina la abuela del popular “Pajarito” Humberto Rodríguez; Doña Sara, la abuela de los Silvera; la abuela de los Raymond; entre otras muchas mujeres que ejercieron la tarea de lavar para ganar el sustento diario y así poder criar a sus hijos.

LOS SILVERA y su alma murguera
Para conocer la historia de esta mística familia murguera de La Estiva recurrimos al domicilio de  Daniel Pilar Altez Silvera, un referente de la zona, quien con mucha emoción y alegría recuerda a cada uno y sus vivencias junto a ellos.
Charla que se extendió al Barrio, el carnaval, la Guardería, los personajes, los Altez.
Comienza diciéndonos que de la familia Silvera-Techera, hoy solo va quedando una tía; Maruja Silvera de Sosa, la madre de los integrantes de la famosa Batería “Marcha de Murga”, los hermanos Sosa, que vive allí en Ribot No. 30 cerquita del barrio.
Fue una familia muy numerosa, de oficios siempre muy humildes; albañiles, pintores.
Nacidos esa generación allí en la esquina de Martínez Rodríguez y Francisco de los Santos, pegado a donde hoy está la sede de Rampla.
Isabelino Silvera, municipal, adoquinero de oficio, era el padre, Doña Sara Techera, la madre.
Los hijos: Ramón más conocido por “Majoncho”, que en primavera se hacía la temporada pintando en Punta del Este; el “Pardo” Wilfredo; el “Quelo” que era albañil y trabajaba en la Empresa de Osmar Fernández; el “Pelado” recordado futbolista y Ferruchaga, funcionario policial.
Recuerda Pilar, siendo el muy chico, diez u once años, las reuniones de verano, a la orilla del arroyo, al final de la calle Sarandí, debajo del eucalipto.
Entre mate y mate, escuchar las largas charlas, entre los mayores, la cocina del carnaval, del fútbol, aprender y recoger experiencias muy enriquecedoras  de vida.
Luego un baño en el arroyo y el tradicional picado de voleball.
Siguiendo con los Silvera, pese al paso de los años, aún siguen vinculados a toda la actividad del Barrio y viviendo en el mismo los descendientes.
Le pedimos a Pilar Altez que nos hable de los personajes típicos de los comienzos de la década del cincuenta, de los hombres del carnaval:
“El Pincha”, “Magoncho”, “El Pacaco”:
Los tres tenían cosas comunes: el barrio, la bohemia, el carnaval.
“El Pinchabife”, vivió muchos años en la esquina de Ramírez y Sarandí, vivía en una vivienda muy precaria con su tío Ramón “Majoncho”, ambos de vida bohemia, de tertulias muy disfrutables de las que tuvo la suerte de participar pese a ser muy chico, que se continuaban en la Placita Lapeyre, con historias que muchas veces deberían ser creadas por ellos.”
“El Pacaco” vivió muchos años en Montevideo, luego volvió al Barrio.
Fue un personaje muy pintoresco, de a ratos albañil, especialista en la construcción de estufas.
Especialista en la construcción de muñecos para los desfiles carnavaleros.
Vinculado sentimentalmente como todos los personajes del Barrio al Rampla Junior.
El famoso dúo rochense “Los Zucará” con letra del “Gallineta” Silva así les cantaron:

………….
El pincha en una cabriola multicolor
subió al tablado del cielo con su pierrot
subió borracho de luna
momo subió
por un sendero celeste decir
Majoncho viste de brujo
y en su cristal
alegre por su reinado
los niños van
………

Nos dice Pilar: “Como algo anecdótico que un barrio tan pequeño territorialmente, ya que una manzana ocupa la cancha de Rampla, otra la Plaza y otra la cárcel, lo hace geográficamente pequeño y siendo el único barrio céntrico de nuestra ciudad, ya que está dentro de las cuatro avenidas, y pese a ser muy reducido en su gente y esa vida más natural, espiritual, por la cercanía con el arroyo, el monte, realmente hayan surgido cosas tan importantes para el barrio, donde los propios habitantes, los de antes y nosotros, mantenemos firmes como el caso de Rampla, bastante utópico, como en un barrio tan pequeño, permanece vigente año a año.
Lo mismo sucede con el tema del carnaval, de gente que podemos sentirnos orgullosos de vivir en esa rinconada.
Nos dice Altez que hay una similitud muy especial entre tres barrios de nuestra ciudad:” Lavalleja, La Estiva y el Cecilio Costa, están unidos por el mismo Arroyo, el mismo monte, el futbol con Lavalleja, Rampla y Tabaré, y el carnaval”, y sus familias unidas por estos mismos evento
Gracias a esa experiencia que nos trasmitieron los mayores, surgió a impulsos de la murga “Nos Obligan a Salir”, de sus integrantes surgió una Guardería, Centro Caif, atendiendo a 120 niños y con algunos desafíos como es el de adquirir el terreno lindero a la misma por la calle Eliseo Marzol.
Desafío muy hermosos donde había Silvera involucrados, como mi hermano Cuchi y yo, junto con otros amigos de la barra, comenzando sacando dos o tres préstamos en el Banco República para adquirir el terreno.
Fue algo fantástico y que viendo las fotos que están en la Guardería y documentan desde los comienzos hace más de 15 años hasta ahora nos dejan mas orgullosos del desafío.”

PILAR ALTEZ y su fuerza
La conversación, muy animosa y afable con el amigo Daniel Pilar Altez, la extendemos a la vida de su padre, otro notorio y recordado personaje que vivió en La Estiva: Pilar Altez.
“Mi viejo perdió muy chico a su padre, y se fue a vivir a la Pensión de Juan Barrales, que estaba en la esquina de Orosmán de los Santos y Francisco de los Santos, donde hoy está el edificio con un complejo de viviendas.
Vendía diarios, lustraba zapatos, tuvo una incursión como pescador por la Laguna, con tan solo 8 años.
Luego por temas vinculados con el fútbol se hizo amigo de mis tíos y terminó  ennoviándose  y luego casándose con mi madre, Olga Silvera.
Junto con sus tíos, los Silvera, se iba a Punta del Este, como pintor a hacer la temporada. Pintor de los de antes, había que tener conocimiento del material a emplear, se debía de tener oficio.
En lo futbolístico anduvo en varias instituciones de nuestro fútbol
Llevado por el Escribano Lino Silvera, ingreso a la Policía y a jugar a Nacional, trabajo del que luego de varios años se jubiló.
Antes también había sido soldado del Batallón de Infantería No. 12, donde defendió la diagonal del Deportivo Artigas.
Con la misma garra, empuje y fuerza supe lucir las casacas de Irineo de Espada, de Danubio, Cerro, Tabaré.
Por sentimiento, mi viejo era hincha de Rampla y llegó a dirigir lo que hoy sería una Sub 15, con bastante buen suceso llegando a jugar alguna final con Lavalleja, que para Rampla en aquellos tiempos, hace 20 o 30 años atrás muy meritorios.
Dirigió como jugó, él no era técnicamente bien dotado, pero ponía personalidad, empuje, todo eso que debe de ponerse en una cancha.

LOS SOSA: Y su batería.
No es Carnaval en Rocha si no sale la batería de los hermanos Sosa.
“Marcha camión” o “Los Marujo”, es como se les conoce a estos populares hermanos que carnaval a carnaval salen con redoblante, platillo y bombo a alegrar los desfiles de nuestra ciudad.
Para saber de sus vidas, de su historia carnavalera, nos reunimos una mañana de la Semana de Turismo con uno de sus integrantes: José Luis “Cara de Hacha”, quien muy afablemente recordó todo lo vivido por su familia.
Vinculados familiarmente con los “Silvera”, ya que su madre Doña Maruja es hermana de los siempre recordados “Magoncho”, el “Quelo”, el “Pelado” , Ferruchaga y el “Pardo”, gente de carnaval, gente de murga, gente de La Estiva.
La familia se componía con su padre Don Luis Rufino Sosa Alfaro y doña Maruja Silvera, ocho hijos, José Luis, Mario, Carlos, y Joselo que son los integrantes de la “Batería”, además están Humberto “Piscina” futbolista y las dos hermanas, Karina y Sara, teniendo un hermano ya fallecido: Féliz.
“Los Marujo”, denominación que les puso su tía Olga, porque su madre Maruja marchaba con todos ellos como “conejada” rumbo a los ensayos de Araca en La Estiva.
De estar desde chicos al lado de esos “genios” del carnaval local, fueron tomándole el gusto, el cariño, a esa pasión popular y pasaron a ser hoy ellos son fieles y dignos representantes de los carnavaleros de la vieja estirpe de Araca, La Estiva y toda su gente.
José Luis “El Birola”, toca el redoblante; Carlos “El Querido” ejecuta el bombo; Mario “Calalo” los platillos y Joselo “Cara de Hacha”, sobre nombre que le puso Javier Rocha, es el suplente tanto de Mario como de Carlos, por lo que tocar el bombo o los platillos.
José Luis, de oficio pintor, jubilado del Batallón de Infantería No. 12, jugó en River; Carlos, albañil, también jugó en River; Mario, jubilado del Batallón, jugó de golero en el Artigas y la selección de Rocha; Joselo, pintor, jubilado de la Policía, pero todos jugaron en el Rampla de La Estiva como no podía ser de otra manera. 
Joselo tiene un recuerdo muy especial para los locales que albergaron los ensayos murgueros de Araca y de Nos Obligan a Salir:
El viejo rancho de la calle Sarandí, el de la sede de Rampla, con el “Cascarilla” Pedraja como cantinero, donde antes de empezar aparecía “Majoncho” con los viejos faroles a querose para poder alumbrar el local, porque luz eléctrica no había.
Con esa luz se debía de leer las hojas con las letras colgadas de la pared.
Sobre una mesa se colocaba un paquete de tabaco, “el paquete de la murga”, para que del mismo todos pudieran armar.
El Bar El Resorte, también con el “Cascarilla” de cantinero, la sede del CADER, un año en la sede del Club Lavalleja que estuvo en El Tenis, en tiempos de Nelson González como cantinero.
También surgen los nombres de los compañeros, además de los hermanos Sosa, estaban los hermanos “Quelo”  y “Majoncho” Silvera, Carlos García, el “Grasa” Techera; Ariel Pedraja, Joselo Korzeniak, Ruben Silvera (sobrino de Majoncho), un año los acompañó el “Ñoqui” Griot.        
Hoy “Los Marujo”, con media hora que se reúnan previamente alcanza para preparar bombo, platillo y redoblante y salir por las calles de la ciudad con su particular estilo a alegrar nuestras barriadas.


11. AGRADECIMIENTOS:
 Ariel Pedraja
Señora Isabel Rocha de Mercado
Pilar Altez Silvera


12. FUENTES CONSULTADAS
Libro “Páginas Literarias” de Rosalío A. Pereyra
Artículo Mario Corbo (La Gaceta)
Libro “Orígenes” Poesías de Enrique Silva Rocha
Diarios locales: La Gaceta – El Este
Revista La Deportiva de “El Este”
Diario capitalino “La Mañana
Revista Rocha 200 años
Rocha: Plazas, Plazoletas y Parques 2010, de Deborah Rodríguez

Revista “Nomenclátor rochense” de Oscar Gulla Burgueño

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