lunes, 17 de abril de 2017

ESCUELA Nº 7 ARTIGAS DE LA CIUDAD DE ROCHA

(Nota realizada en el mes de junio del año 1997 para el Diario El Este)

“CON TRISTEZAS Y NOSTALGIAS”

 “Con tristezas por los que ya no están, nostalgia por recordar tantas cosas lindas de cuando fuimos alumnos”



   Días pasados nos reunimos con el ex alumno de la centenaria Escuela Artigas, Carlitos Silvera González (El Peluquero) quien fuera alumno por finales de la década del treinta y comienzos de la del cuarenta que igual a el autor de la nota,  fuera alumno por comienzos de los cincuenta.
  Carlitos nos contaba como era el edificio por entonces, todavía no estaban las pérgolas con los rosales, tampoco el busto del Gral. Artigas en la explanada de entrada.

Fiesta en frente de la Escuela, inauguración del busto de Artigas

Cuando se ingresaba a la izquierda estaba el consultorio del dentista que creó el Dr. Muniz Nieto, a la derecha el despacho de la Maestra Directora.
  Le preguntamos a Carlitos si recordaba directoras y maestras de aquel entonces, y tomándose un tiempo para pensar comienza a nombrarlas: “Directoras Eva Debat, después que terminó ella vino la Sra. De Borches, maestras: Teresa Cotelo de Conde, a quien le decíamos “La severa”, también recuerdo a Candelaria Castelvechi, Leoner Castelvechi, Amabilia Márquez Castro, quien fue la primera mujer Intendenta que tuvo nuestro país, Tita Sena de González con su clásico peinado de raya al medio, bien chato y con dos moños atrás, tipo española.
  En quinto Ema Zárate de Olivera, que a todos nos llamaba la atención porque tenía un anillo reloj, que hasta ahora no he visto más.
  Las maestras Fogliano, Pezzuto de Romero, Violeta Alsina, Lita Correa, Marina Moreno de Pereyra, y el maestro de hojalatería y carpintería Lago, quien era de los más severos, con él había que cumplir o cumplir.
  El maestro de música era don José Agustín Peri, quien nos inundaba el salón de humo, con un olor exquisito.
   De compañeros de clase recuerdo con cariño a los hermanos Lombardi, con quienes me unía una amistad enorme y que lamentablemente hoy son fallecidos, Octavio Aguirre, su hermana Nenena, siempre con sus túnicas impecables; Rodolfo Peyre con su túnica a tablas, quien se enojaba con nosotros porque le decíamos que esa no era túnica para varones.
  Como no recordar la trenza pelirroja de Ema Brañas, la bondad de su hermana Mabel, la sonrisa de Lilán Pérez, las diabluras de Roberto Huelmo, con  el que nos vemos diariamente y que parece no haber cambiado nada; también me acuerdo de muchos otros compañeros con cariño”.
  Te puedo decir con orgullo que los Silvera han concurrido a la Escuela Artigas ya por cuarta generación, primero mis tías, mis hermanos y yo, luego mis hijas y ahora mis nietos”.
  También Carlitos Silvera tiene como es lógico un montón de recuerdos y anécdotas de su pasaje por la Escuela, y así surge que a Octavio Aguirre, en los recreos lo fastidiaba mucho, hasta que un día éste le dijo no me embromes más, te voy a dar un cachetazo, y me lo dio nomás…hasta el día de hoy me zumba el oído”.
  Desde ese día es uno de mis mejores amigos que me quedaron de la escuela.
  Otro es Roberto Huelmo, siempre estaba que cuando fuera grande iba a fumar como el maestro Peri, y un día le dije: cuando seas grande no, mañana yo traigo tabaco. Al otro día “armamos”  un cigarro y le dimos, con el resultado de que estuvo varios días enfermo por la gauchada. Era tabaco criollo, el más barato, creo que sinceramente, como dicen hoy, no lo fumaban ni los “Cheyenes”.
  También recuerdo cuando íbamos a comprar los bizcochos a la Panadería La Española, antes del recreo se hacía el “pedido”, salón por salón, niño por niño, allí la Maestra decía “a ver niños” y empezaban: yo Maestra dos cañoncitos, otro pedía tres cordobesas, y así toda la clase. El que no podía comprar no se quedaba sin su bizcocho, la Maestra o algún compañero ponía el dinero para comprarlo. Dicen que la compra en la panadería le tocaba hacerla al mejor conducta y casi siempre me tocaba a mí (dice riéndose), y casi siempre lo acompañaba el “Repollito” Mota.
   Cuando nuestra Escuela festejó sus primeros 100 años, nos encontramos con muchos condiscípulos y más de un lagrimón rodó por nuestras mejillas”

ROSALES DE MI ESCUELA

  Linda época, la escolar en la Escuela No. 7 Artigas de la ciudad de Rocha.

3er. año A, con maestra Brenda Sánchez de Quaglia, año 1953

Década del cincuenta con la Maestra María Oyamburu de Borches como directora.
  En primero “A” tuvimos como maestra a la señora de Piani, corría el año 1951.
Algunos de los compañeros que aún hoy recordamos fueron Laura Bonimi, Graciela Virginio, Elena Bossi,  Darli García, con el paso de los años vinieron otros compañeros como Elena González, Marisa Gómez, Nelson Guerra, Nelson Méndez, Martha Caram, Raúl Herrera, Marta Álvarez, Mario Castillos, Miguel Helou, María de los Ángeles Spontón, lamentablemente estos tres últimos ya desaparecidos.
  En los recreos los juegos de los varones de aquellas mañanas eran la valla de enfrente, las figuritas, las bolitas, o las charlas sentados debajo del árbol de Artigas, el Ibirapitá, el que a su sombra en Paraguay descansaba nuestro héroe, el Gral. Artigas. En los primeros años éste árbol servía como línea divisoria  del patio, hacia la izquierda del edificio jugábamos los varones, hacia la derecha, que da a la calle Orosmán de los Santos, las niñas, no se podía pasar para el otro lado , recién a mitad de la década del cincuenta se pudo jugar todos juntos en lo que es todo el inmenso patio de la Escuela.
  Recordamos con gratamente a quienes fueron nuestras maestras en los seis años, como decíamos al comienzo la señora de Piani lo fue en 1º., Brenda Devida lo fue en 2do. Brenda Sánchez de Quaglia en 3er. Año, Celia Fernández de Inda, en 4to la maestra fue Blanquita Acuña Sabattino y Agustina Nuñez, y finalmente en 6to. “Beba” Marsiscano, que cumplía años el mismo día que yo, el 25 de setiembre, y que ese año lo festejamos juntos en el comedor de la Escuela junto a todos los compañeros de clase.

Maestra de Primero, año 1951, con Oscar Bruno y Carlos Dominici

Por unos meses tuvimos como maestra y directora a Marina Moreno de Pereyra, hasta que sucediera el lamentable accidente en ruta 9, donde falleciera su pequeño hijo.
  También recordamos otros maestros que veíamos por los salones o pasillos como el matrimonio De Espada, Roberto y Aída; Alba Saldain la maestra de Jardinera, Diego Corbo Lorenzo, Quenta Prieto.
  En nuestro último año escolar, 1956, la directora lo fue la Maestra Mirtha Birriel Cal, que realizó varias innovaciones. Creó una comisión de alumnos con los de 5to y 6to. años, los que eran responsables del mantenimiento del orden, la limpieza y embellecimiento de la Escuela. Esta comisión fue elegida en elección con voto secreto, siendo elegido Presidente el hoy Dr. Italo Mogni. Nosotros comenzábamos nuestra “carrera” sindical y política, porque fuimos elegidos representantes del 6to. año A.
  Había salones especiales para clases de carpintería de varones y para manualidades de las niñas. Nuestro único trabajo fue en hojalatería y terminó en la “quinta de mi madre”, como maceta de una planta, de tan malo que era.

Maestra de Segundo, año 1952, Julieta Torres de Devida con Oscar

Nuestro maestro de taller era Bertone, serio y siempre mal encarado, al parecer de nosotros. En canto teníamos a una gran persona, gran maestro, jovial, chistoso, ameno: José Agustín Peri, autor de la música del himno del departamento de Rocha. Sus clases y ensayo para las fiestas patrias siempre eran salpicadas del buen humos, todavía nos parecer ver hoy al actual Dr. Barboza cantando el “solo” del himno Nacional sentado sobre el piano, ubicado allí por Peri.
  Como grato recuerdo de aquellas clases nos quedó para siempre la canción a los “Rosales de mi Escuela”, dedicada a los rosales que están en el frente de la Escuela que da a la calle Gral. Artigas, y que como dice su canción escrita por el poeta rochense Barboza: “Rosales de mi escuela, rosales que florecen en cada primavera…”.

  Lindos recuerdos de nuestra época escolar, en la vieja, centenaria, y querida Escuela Artigas de Rocha.

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