lunes, 17 de abril de 2017

LOS VIAJES DE DIFUSORA ROCHENSE POR EL URUGUAY DE LOS AÑOS 60

Equipo de Difusora en Salto abril de 1964, Abila, García, Sosa, Eguía y Russi

Corría la década del sesenta y como todos los veranos en nuestro país se realizan los torneos zonales y también la de los campeones de las mismas de fútbol organizados por la O.F.I.
  Tuvimos la suerte de acompañar al combinado celeste de Rocha en infinidad de partidos integrando el plantel de CW 37 Difusora Rochense, por entonces la única emisora que había en nuestro departamento.

Equipo deportivo de Difusora en Paysandú:

Sosa, Russi, Bruno, Eguía y Graña

En aquellos lejanos tiempos integraban el “equipo” deportivo de la treinta y siete don Carlos Sosa Techera como relator, comentarista y jefe, Juan San Martín en comentarios, Gilberto Abila Batista y Carlos Alberto Arrieta en la parte técnica, Tom Mix Russi Giménez en la locución comercial, cuando se viaja en auto, se hacía en el taxi “Chevrolet” de Grañita, y Ángel “Cacho” Eguía y Oscar Bruno como acompañantes.

Integrantes de difusora en Trinidad, Flores:

 Abila, Eguía, Sosa, Russi y Graña

Algunas veces se viajaba en el propio ómnibus de la delegación de la Liga Rochense de Fútbol, en alguna oportunidad también se hizo en la camioneta “Chrysler” de Francisco A. Bruno.
   Época de rutas no tan buenas como ahora, de ir a velocidades mucho más bajas, que tampoco había bunas señalizaciones, por lo que los viajes se hacían de muchos más horas, con paradas en casi todo centro poblados que se encontraba en el recorrido.
   Recorrimos más de media república y solamente una vez sufrimos un percance mecánico, y fue una pinchadura llegando a la ciudad de Melo por ruta nacional No. 8.
   Alguna de las anécdotas que recordamos son la de Gilberto Abila, que apenas comenzaba el viaje todavía dentro de la ciudad, comenzaba el reparto de “pastillas” para evitar posibles vómitos y dolores de cabeza, como las eternas discusiones entre Carlos Sosa y Russi, de quien era el que debía de manejar el dial de la radio que iríamos escuchando en los viajes, cosa que nunca se pusieron de acuerdo, y eso que hicimos miles de kilómetros.

O. Bruno y Tom Mix Russi, Estadio Campeones Olímpicos de Florida

Otro tema que también estuvo en todos los viajes ente estos dos amigos, -Sosa y Russi-, era como se debía de arrear una tropa, ya que por aquellos tiempos y en los viajes principalmente a la zona norte, eran muy comunes encontrar grandes tropas de ganado por las orillas de las rutas. Los dos decían tener tradición campera, pero muy distintas sus maneras de llevar una tropa, y varias veces paramos a conversar con el paisano para que nos diera su opinión.
   Eran época como ahora de poca plata para los gastos, como ejemplo solo se podía consumir agua mineral, que era la orden que levaba Carlos Sosa impartida por el Director de Difusora Néstor San Martín, lo que llevaba a que cuando se almorzaba o cenaba todo tipo de bebida que se consumía decía agua en la boleta, llegando al extremo que cuando se fue a Salto en el almuerzo en Young, el consumo fue muy alto, ya que incluía unas “vueltas” de whisky, y el Director consultó si además del almuerzo se habían bañado.
  Las rutas nacionales no tenían tanta señalización como ahora, los que nos llevó en el viaje de regreso desde la ciudad de Trinidad, en horas de la madrugada, para poder salir del departamento de Canelones, recorrimos más rutas que las que tiene, y según el Tito Russi, veníamos dormidos todos, incluido “el chofer”, y nos salvó un jeep policial  que encontramos y nos condujo a la ruta correcta.
  En el viaje a la capital norteña de Tacuarembó, que duró 11 horas, el pasaje por las bañados de Medina, donde hoy es una impecable ruta nacional con muy buenos puentes, por entonces, años 1964, no había, y se debía de hacer en balsa, la misma era casera, tirada por un caballo desde un extremo, y desde arriba de la balsa se debía de ir tirando de un alambre, tarea que la íbamos rotando entre todos  los integrantes del viaje, menos Carlos Sosa, que el decía que como era el jefe de la delegación no debía de trabajar. Costó pero lo pasamos, una tremenda “laguna” de unos quinientos metros de largo.

Tom Mix Russi y O. Bruno, febrero de 1992, Melo, Estadio Antonio Ubilla

Sería muy extensa la nota contando las distintas y jugosas anécdotas que dejaron estos lindos viajes, sólo decir que como el auto en el que viajábamos en aquellos tiempos era muy moderno y caro, cuando paramos para almorzaren la ciudad de Young, nos confundieron con dirigentes del Club Nacional de Fútbol de Montevideo, que iban a ver jugadores en el partido en Salto, cosa que algún compañero de la delegación le dijo algún parroquiano que sí, que éramos integrantes de la directiva tricolor.
  Tiempos lindos, de buenos recuerdos, y al decir de un popular relator de entonces de ciclismo “recorriendo los polvorientos caminos de la patria” .

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